A principios del S. XX, las familias burguesas adineradas, tenían por costumbre encargar a arquitectos y escultores de renombre, los últimos aposentos donde residirían. Es una maravilla pasear por alguno de los cementerios de Barcelona, en concreto el de Poble Nou, es un auténtico museo póstumo.
Todas las fotos hechas con una Hasselblad 501 C, objetivos: 50 mm, 80 mm y 150 mm. Filtros amarillo o rojo. Película Fuji Neopan Acros 100. Tirada a 80 ISO, revelada con D-76 casero. Escaneadas con un Epson V500 y pasadas por Photoshop para ajustar niveles y quitar algún pelillo.
Que buena serie amigo. En verdad que algunas son obras de arte y has sabido reflejarlo en tus composiciones. Chapeau
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias, Luis. Celebro que te gusten. Este tipo de fotografia es muy intimista y a la vez enriquecedora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me encanta la gama tonal con la que mismas tus negativos. Una serie fantástica Màrius.
ResponderEliminarMuchan gracias, Omar.
EliminarComo dice Luiso una serie estupenda y realmente la gama tonal excelente. ¡¡Felicitats Company!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Lluís. Nos vemos pronto y charlamos con un cervecilla.
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